
En Madagascar, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha inaugurado el
Centro Materno-Infantil «Refugio Bienaventurada Victoire Rasoamanarivo», el
primer centro de este tipo en el país. Situada en el corazón de un barrio
popular de Antananarivo, esta nueva obra de la Orden ofrece un lugar de acogida
y protección para madres y niños en situación de gran vulnerabilidad. La
apertura se produce en un contexto nacional marcado por una fuerte
inestabilidad política, el aumento de la violencia intrafamiliar y el
agravamiento de la pobreza urbana.
Presidida por el nuncio apostólico, la celebración destacó la dimensión
eclesial de la iniciativa, presentada como un «signo visible del Evangelio» al
servicio de los más frágiles. El superior general, fray Pascal Ahodegnon,
recordó que la misión de la Orden sigue siendo la de estar cerca, cuidar y
mostrar compasión, especialmente en las zonas donde la vida es precaria.
Nacido del conmovedor encuentro de un Hermano hospitalario con una madre en
situación de angustia, el proyecto ha sido financiado íntegramente gracias a la
generosidad de benefactores y al apoyo de numerosos socios, tanto en Madagascar
como en Francia. El centro, que acogerá a partir del próximo 8 de marzo a 30
mujeres con sus hijos, se inscribe en la dinámica internacional de la
hospitalidad según San Juan de Dios, respondiendo de manera concreta y audaz a
las emergencias sociales de la Gran Isla.