Asamblea de Superiores Mayores
Roma, 13 – 17 Octubre 2025
La Curia General
acogió la semana pasada a los miembros del Definitorio ampliado, reunidos del 9
al 11 de octubre. El Gobierno General, junto con los hermanos y colaboradores
llamados a acompañarlo durante el sexenio, dio vida a un valioso espacio de diálogo
sobre las prioridades de la Orden.
El lunes 13 de
octubre comenzó la primera Asamblea de Superiores Mayores del sexenio
2024–2030.
El Superior
General dio una cálida bienvenida a los participantes, subrayando el valor de
la hospitalidad y presentando a los miembros del Definitorio ampliado presentes
en esta primera jornada. El Hno. Pascal destacó cómo la Asamblea representa una
expresión concreta de la colegialidad y del camino sinodal emprendido,
ofreciendo un contexto ideal para abordar actividades, problemáticas y
dinámicas de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios.
En su discurso de
apertura, el Superior General reiteró que la labor de la Orden en este sexenio
estará guiada por el lema del Capítulo General: ¡Expandamos la
Hospitalidad! No se trata de un eslogan, sino de un llamado concreto a
traducir el carisma en acciones incisivas e inclusivas, en respuesta a las
necesidades emergentes de nuestro tiempo. La Orden está llamada a ser un signo
vivo de la misericordia de Dios, y la Hospitalidad se configura como una
respuesta profética a los desafíos contemporáneos. El milagro de San Juan de
Dios no fue su poder, sino su vulnerabilidad transformada por la gracia, afirmó
el Hno. Pascal. Religiosos y colaboradores están llamados a transformar las
dificultades en oportunidades de fe y esperanza.
Otro tema central
fue la protección jurídica del patrimonio eclesial. El Superior General subrayó
la urgencia de adoptar estructuras jurídicas adecuadas, no solo por conformidad
administrativa, sino como expresión de una verdadera responsabilidad eclesial. Por
último, el Hno. Pascal recordó que hoy se celebra el duodécimo aniversario de
la beatificación de los 24 mártires Hospitalarios, y bajo su patrocinio y el de
María Madre de Dios se despidió deseando una semana de esperanza, fraternidad y
impulso misionero.







